COACHING PARA PADRES.
"Locura es seguir haciendo lo mismo y pretender conseguir resultados diferentes" -Albert Einstein-
¿Sabes lo que tu hijo adolescente opina sobre ti?
Estas son algunas de las expresiones utilizadas por los adolescentes al referirse a sus padres. Te propongo que, mientras las lees, conectes con el adolescente que fuiste hace ya algún tiempo. A ver si te suenan…
- Tengo miedo de fallar a mis padres.
- Mis padres no me entienden, sólo se interesan por ellos mismos.
- ¡Cuándo dejarán de tratarme como a un niño y confiarán en mí!
- Mis padres son tan rígidos que me veo obligado a mentirles más de lo que me gustaría.
- No me gusta contarles mis cosas... no me siento seguro.
- No soporto que me comparen con los demás. Me hacen sentir que yo no valgo.
- Odio que utilicen los castigos para sentirse poderosos.
- Me gustaría que me felicitaran alguna vez cuando hago bien las cosas.
- Mis padres se creen que me conocen, pero no saben nada de mí.
- Están obsesionados con las notas. ¡Como si no hubiera otras cosas más importantes en mi vida!
- No soporto sus interrogatorios. ¡Cuándo dejarán de querer controlarlo todo!
- Parecen un disco rayado. Cuando empiezan con su rollo...yo desconecto.
- Estoy harto de que paguen sus problemas conmigo.
- Me gustaría que me escucharan alguna vez en lugar de sermonearme tanto.
Como verás, muchos adolescentes querrían que sus padres cambiaran. Para ellos, el problema en la relación tiene que ver con los padres que «les ha tocado», y no con ellos. Se sienten incomprendidos, juzgados, poco valorados, comparados, controlados, no escuchados…
Por otra parte, posiblemente tú también querrías que tu hijo adolescente cambiara para que el clima familiar mejorara.
Esta es mi propuesta...
Como no puedes cambiar a tu hijo si él no quiere, te sugiero un cambio en ti y en tu manera de mirar su adolescencia. Que te cuestiones como madre -sin sentirte culpable al hacerlo-, que vuelvas el foco hacia ti, que te fijes en tu actitud, en tus comportamientos, en tus emociones. Y que te preguntes de qué manera estás co-creando la realidad que vives con tu hijo.
Deja de frustrarte al querer cambiar a tu hijo, y comienza a construir una nueva relación desde TU propio CAMBIO
¿Cómo te puede ayudar el Coaching?
El Coaching amplía tu perspectiva y tu forma de observar la realidad, y te lleva a plantearte opciones que no habías contemplado antes.
Las preguntas son el vehículo principal del Coaching. Preguntas clave que irán encaminadas a que reflexiones y tomes consciencia de cosas importantes sobre ti, sobre tu hijo, sobre la manera en que funcionas en la relaciones familiares. La toma de consciencia es el primer paso para el cambio.
Cuando cambies el enfoque y tu interpretación de lo que estás experimentando con tu hijo, conseguirás salir del bloqueo mental en el que te encuentras. Y eso te permitirá ver con más claridad qué es lo que está pasando, y cómo puedes encontrar -tú misma- la solución a los conflictos.
A través del Coaching, descubrirás que tienes suficientes recursos para gestionar de forma satisfactoria la adolescencia de tu hijo. Son los problemas que aparecen en esta etapa los que te están impidiendo ver esos recursos.
Como consecuencia, saldrás fortalecida al ganar en autoestima, confianza en ti misma y seguridad. Te sentirás capaz de manejar la relación con tu hijo en lugar de sentirte víctima de los comportamientos que tanto te disgustan de él.
Un proceso de Coaching es el mejor regalo que te puedes hacer. A ti y a tu familia. Y, además, es una inversión para toda la vida.
Más allá de lo que tu hijo haga o deje de hacer, siempre puedes ELEGIR la manera en la que te enfrentas a ello, escogiendo tus pensamientos, actitudes y comportamientos.
¡Ahí es donde radica TU PODER!
¿Cómo te puedo acompañar?
Un proceso de Coaching consta de una serie de sesiones de 1 h de duración. La mayoría de los procesos oscilan entre 8 y 10 sesiones que se realizan, preferiblemente, de forma presencial en el centro de Madrid. Si esto no fuera posible, también se pueden llevar a cabo por skype, desde cualquier lugar.
La primera sesión se hará en modo presencial para conocernos.
Un proceso de Coaching supone un acompañamiento, un seguimiento, un apoyo. Te proporciona la posibilidad de ir resolviendo tus dudas, de elaborar un plan de acción, de saber qué obstáculos surgen al poner en práctica la teoría, de ver dónde te atascas, cuál es la piedra con la que tropiezas una y otra vez, qué necesitas para lograr tu objetivo, cómo estás progresando…
Si te decides a hacer un proceso de Coaching conmigo, me comprometo a estar a tu lado apoyándote, guiándote, animándote y fortaleciéndote, para que saques lo mejor de ti. Además, te prestaré atención continuada y apoyo entre sesiones, para asegurarme de que no flaqueas y haces progresos.
NO estás sola. El camino resulta más fácil si puedes compartirlo.
Si quieres, te acompaño. ¡Estaré encantada de hacerlo!
PRUEBA una sesión GRATIS, sin compromiso
Si yo he podido transformar la relación con mis hijos -y conmigo misma-, ¡tú también puedes conseguirlo!